REFLEXIONES DE UN CONFINAMIENTO


Antes de entrar en el contenido de este post, quiero AGRADECER muy especialmente a todas las personas que día a día dan la cara por nosotros. Son muchas y muchos los que con su trabajo están luchando contra esta pandemia, abasteciéndonos de los productos y materias esenciales para sobrellevar esta situación y cuidando de nosotros  Seria una lista muy larga enunciarlos a todos y no quiero dejarme a nadie ni a ningún sector profesional sin mencionar, como tampoco no quiero olvidarme de los cientos de miles de voluntarios y empresas que día tras día están a nuestro lado. Ellos son nuestros ángeles de la guarda. Pienso en ellas y ellos cada día, mi sincero reconocimiento a su labor y dedicación. Ellos no pueden quedarse  en  casa y, aunque agotados, y preocupados por sus familias y con el miedo en el cuerpo de no caer infectados, siguen en la primera linea de combate. 

                                      ¡A TODOS ELLOS, GRACIAS DE CORAZON! 
REFLEXIONES

Ya 19 días de confinamiento y esto va para largo. Sensaciones: me sorprendo a mi misma, ya que, siendo como soy una persona muy activa e inquieta que necesita de sus horas al día de actividad física al aire libre, lo estoy llevando muy bien, como si me enfrentase a un nuevo reto personal del cual solo se puede salir victoriosa. 

Por fin, tengo tiempo para estudiar y leer (otra de mis grandes pasiones). Tengo tiempo para reflexionar y para valorar todo lo que me rodea y que merece la pena dedicarle mucho más tiempo del que le dedicaba. ¿No os ocurre lo mismo? Familia, pareja, amigos y pequeños detalles que pasamos por alto y los tenemos en casa, en nuestro hogar, escondidos en cajones o armarios como por ejemplo: los recuerdos. En mi caso, he desempolvado fotos antiguas que son una auténtica joya, cuadernos de entrenamiento que son auténticos tesoros de puño y letra cuando no existían los ordenadores, ni las tabletas digitales, dorsales de todos los tipos y colores, diplomas que me retornan a la memoria carreras que no recordaba, publicaciones en la prensa de mi país y objetos personales de mi adolescencia, de mi paso por la escuela superior y la facultad, de mis viajes, de mi familia y de mi carrera deportiva. Recuerdos que no tenía consciencia de tenerlos conmigo y me han transportado a momentos y experiencias vividas que ahora, en este momento que estamos viviendo, valoro más que nunca y me hacen sentir la mujer más afortunada del mundo.

Quizás sea la madurez, junto con la experiencia adquirida durante todos los años de mi existencia, que me ayuda a comprender mejor todo lo que está ocurriendo y, a afrontar de cara las situaciones difíciles, dejando de lado las lamentaciones, lo que pudo ser si hubiéramos actuado de una o de otra manera. Y de las situaciones difíciles he aprendido de la vida a tener siempre un plan B, C incluso D.....y tener siempre una actitud positiva para vivir de la mejor manera posible las situaciones difíciles que la vida nos plantea.

QUÉDATE EN CASA: RECOGIMIENTO OBLIGADO

En estos días de recogimiento obligado, es inevitable reflexionar. Y yo lo hago irremediablemente sobre el estilo de vida y las costumbres en las cuales, esta sociedad, estábamos inmersos, en general, todos. Es increíble ver cómo se ha podido parar el mundo entero y confinar a tantas y tantas personas en sus casas. En muchas ocasiones me pregunto porque corremos de una lado a otro y la respuesta es siempre la misma: no hay otra opción, vivimos a un ritmo frenético que nos lleva a correr de aquí para allá, y corremos tanto que no nos damos cuenta de que nos estamos olvidando de nosotros mismos, de los pequeños detalles que la vida pone a nuestro alrededor, de lo que realmente sentimos y necesitamos, y de que no merece la pena vivir fatigados, estresados, en definitiva agotados.

Desde ya hace tiempo, he creído que estábamos siguiendo un camino equivocado. Solo relaciones virtuales, solo redes sociales, solo contaminación, solo estrés, mucho estrés y lo que es peor, en la era de la comunicación y la información, nos hemos vuelto mucho más egocéntricos y menos comunicativos de lo que éramos antes. Dependemos de las redes sociales para tener muchos amigos, mantener conversaciones a todas horas a través de una chat o mostrar lo guapos y fuertes que somos.
En estos días de confinamiento tengo la extraña sensación de que regresamos, en parte, a la auténtica cohabitación entre seres humanos, a los orígenes de un estilo de vida que habíamos relegado en el olvido y que se basaba en la convivencia y las relaciones personales. Es tiempo de estar en casa, obligados, pero de estar en casa junto a nuestros seres queridos. Es tiempo para escuchar, es tiempo para conversar en familia, es tiempo para saborear el "dolce far niente" (dulce hacer nada). 

Pensémoslo: ¿Tan horrible era quedarse en casa? ¿Seremos capaces, cuando todo retome la normalidad, de mantener esta convivencia? ¿O saldremos todos despavoridos para sumergirnos en el  más puro estilo de vida egocentrista y consumista sin control con la excusa de salir del confinamiento? Sin ninguna duda esta por ver como reaccionaremos. Esta crisis, dejará una estela que será un excelente campo de estudio para los profesionales del comportamiento humano: psicólogos, antropólogos, pedagogos, psiquiatras y otros profesionales de la analítica del comportamiento humano, podrán poner a prueba sus conocimientos y realizar los pertinentes estudios para el bien de la humanidad.  

SI LA VIDA TE DA UN LIMÓN, HAZTE UNA LIMONADA

No quiero obviar en este post que, a pesar de las cosas positivas que podemos extraer a esta situación, el confinamiento y como consecuencia el freno de la actividad económica y la privación de libertad de las personas, no es beneficiosa para nadie y mucho menos para la economía y el estado del bienestar. Todos saldremos perjudicados y algunas personas lo pasaran muy mal, pero estoy convencida que con la solidaridad de todos saldremos adelante. Pero quiero dejar constancia que ante esta situación, no nos queda otro remedio, por desgracia, que quedarnos en casa si queremos salir de esta, y todos tenemos la capacidad de sacarle la parte positiva a una situación que no podemos cambiar. 

Hoy, y en estos días más que nunca, es el momento de aplicar una de esas famosas frases que aparecen en algunos de los manuales (libros) de autoayuda: "si la vida te da un limón, hazte una limonada". Una frase que nos invita de una manera muy descriptiva y fácil de entender, la importancia que tiene nuestra actitud ante los contratiempos, las dificultades y los problemas. Ninguno de nosotros estamos libres de ellos pues forman intrínsecamente parte de la vida y del vivir, pero si bien esto es algo que todos compartimos, la actitud con la que los abordamos es distinta. Hay personas que siempre buscan el lado positivo a todo, mientras que otras se quedan paralizadas ante el problema. Son dos actitudes que entre ellas hay un mundo de diferencia, al menos en lo que respecta al planteamiento y disfrute de la vida. 

Que de esta situación salgamos con la lección aprendida es mi mayor esperanza. Que apreciemos el "slow life" impuesto por necesidad y obligación y que de el saquemos su parte positiva. Me siento agradecida por esta oportunidad. Me siento agradecida por la familia que tengo, me siento agradecida por la salud de todos mis seres queridos. Me siento agradecida por compartir esta experiencia con la mejor persona que podría tener a mi lado. Nuestro vínculo se está haciendo aún más fuerte (si eso es posible). Es un privilegio ralentizar nuestras vidas y sentirse afortunados. En una época donde todo es "fast"....el comer, el progresar, el competir, el compararse...todos quieren todos y lo quieren ya....ahora hay que ser pacientes, hay que esperar, hay que respetar unos tiempos largos....no hay otra forma de superar esto y que de esta saldremos todos con la lección aprendida es otra de mi mayor esperanza. Que apreciemos el "slow life" impuesto por necesidad y obligación y que sepamos, además de sacarle su parte positiva, implantarlo en nuestras vidas. 

"Slow, opposto de fast". Ahora los día transcurren "slow", la vida se desacelera y las acciones que antes se hacíamos con la máxima de las premuras, ahora se pueden alargar todo el día.....ahora tenemos tiempo para llamar a familiares lejanos. Hay tiempo para escribir, leer, pintar, dibujar, perderse mirando el mar o el cielo....divagar.....sin comerlo ni beberlo nos hemos visto obligados a reinventar nuestra rutina diaria. Tiempo para cocinar, para dedicarse a cuidar nuestras plantas o nuestros jardines, darle más mimos a nuestras mascotas, a nuestros mayores o nuestros hijos o nietos. No perder este oportunidad. Luego será tarde, ¡ahora es el momento!

Vives slow, comes slow, duerme slow.....todo tu cuerpo recibirá beneficios de esta vida slow.... tus ojeras se irán, tu aparato digestivo también. Tus nervios pasaran a un segundo plano, tu cabeza dejará de estar ocupada 24 horas al día. Date un respiro. Déjate ir. Aprovecha este momento. No te quejes o lamentes porque no lograrás cambiar la situación. 

¿APRENDEREMOS LA LECCIÓN?

La vida es un camino hacia lo desconocido. Aprende y asimila. Sonríe y lucha por tus sueños. Todo pasara pero algo quedará entre nosotros.  ¿Más madurez? ¿Más consciencia de lo mal que estábamos y de como estamos destruyendo nuestro planeta? ¿Más consciencia de que la salud es lo único que de verdad cuenta? ¿Más solidaridad? ¿Más altruismo? 

Me gusta pensar en que volveremos a ser libres nuevamente, muy pronto espero. Pero cambiados. Más humanos quizás.... Con más aprecio hacia a la vida y sus pequeños detalles, a la naturaleza con su flora, su fauna, sus ríos, sus montañas, sus glaciares, sus polos norte y sur, sus mares y océanos,  con mas aprecio a nuestros derechos  que eran intocables: como la libertad de movimiento, de expresión, de salir a la calle....de tomar un café, de pararse a mirar el mar, de respirar aire puro.... para salir a rodar en bicicleta o correr en la playa....

Apreciar tener un techo sobre la cabeza, apreciar tener alimentos en la nevera, apreciar tener agua caliente en abrir el grifo, apreciar vivir en una sociedad donde hay sanidad pública, apreciar ser vivo y tener seres queridos a nuestro lado......porque, en la vida, mirar a nuestro alrededor y ser agradecido es un buen punto de partida! Todo esto pasará y tengo la esperanza que todos, con la lección bien aprendida, seguiremos soñando en un mundo mejor y a lucharemos para hacer realidad esos sueños que jamás deberíamos dar por imposibles.

Con mis mayores deseos de que todo este mal sueño termine lo antes posible os mando mis ánimos, energía y fuerza para volver a reencontrarnos muy pronto!

¡Juntos lo lograremos!

I Love Humanity!!

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