SABER ENTRENAR, SABER COMPETIR (1)

Un nuevo año viene siempre acompañado de nuevos retos, de nuevas competiciones. La competición entraña una serie de factores que superan la mera práctica de unas habilidades motoras entrenadas. La consecución de los objetivos fijados, la vida personal, la familia, las obligaciones profesionales, las propias inseguridades ante un test -competición...son aspectos que se suman a la ejecución motora.

Por ello, el entrenador de deportistas que compiten sistemáticamente, no sólo debe enseñar a entrenar determinadas destrezas motoras; también hemos de ayudar al deportista a competir adecuadamente.

Saber entrenar, saber enseñar a entrenar a unos deportistas, va más allá de dar unas instrucciones técnicas.  No se trata de guiar un entrenamiento sólo en cantidad, sino de conseguir un entrenamiento de cantidad y calidad con el objetivo puesto en la competición. Por ello, es importante que el entrenador sepa incorporar, cuando es necesario, a sus entrenamientos todos aquellos ingredientes que convierten un entrenamiento normal en un entrenamiento ofensivo, donde el deportista y el propio entrenador palpen la proximidad de la competición y el reto que esta supone, para rendir, si cabe, todavía más. Las armas con la que contamos los entrenadores son su propia creatividad, el respeto de sus deportistas y el manejo correcto de todas aquellas habilidades que necesite para ello.

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