REFLEXIONES DE UN MES DE CONFINAMIENTO: LA AUTOMOTIVACIÓN COMO RECURSO PARA LA SUPERVIVENCIA



Imagen del Ultra Tri Spain 2019
Más pasan los días, reconozco que es más difícil mantener una actitud positiva durante toda la jornada. El buen humor se va diluyendo y con el las energías de aprovechar al máximo las horas del día. Soy consecuente y sincera conmigo misma, confieso que en algunos momentos una ligera apatía se apodera de mí, y aun así, me digo que es normal y que no pasa nada por estar unas horas vagando sin hacer nada, eso si, siempre que se reduzca a unas horas puntuales de algunos de estos días de confinamiento obligado.

En esos momentos de ociosidad, un impulso natural se activa dentro de mí para actuar frente a una situación que,  tras un mes de cambio radical en el estilo de vida que llevaba antes del confinamiento, mi instinto hace saltar la luz roja de que algo no empieza a ir bien. Así pues, mi instinto activa una de las habilidades que mejor se me dan y que influye directamente en mi estado de ánimo: la automotivación.

Automotivarse es darse a uno mismo las razones y el entusiasmo con el que provocar una acción o un determinado comportamiento. Esta habilidad proporciona una fuerza interna que provoca un impulso constante hacia adelante, obteniendo así la energía vital que necesitamos para realizar esfuerzos extraordinarios y lograr cualquier objetivo que nos propongamos.

Conectar con el  sentido de por qué hacemos lo que estamos haciendo es muy efectivo a la hora de mantenernos motivados. Hace falta tener muy claras nuestras metas si queremos sobrevivir a los estímulos externos negativos. Cada uno de nosotros somos la pieza clave para fomentar nuestros niveles de automotivación. Así que yo me repito, una y otra vez, lo afortunada que soy por tener salud, un techo donde cobijarme, un plato que llevarme a la boca, una familia que se preocupa por mi y me quiere, y amigos verdaderos que cuando los necesito no dudan en acudir a mí.
Imagen Kailua Kona 2016
A todo esto,  reflexiono y me pregunto: ¿volverá todo a ser como antes?, ¿volverá la normalidad?, ¿o quizás, cuando paulatinamente regresemos a la libertad de movimientos, nos olvidaremos de todo?, ¿seremos capaces de grabar en nuestra mente estos días vividos para no olvidar a tantos seres humanos que han sufrido esta pandemia?, ¿o nos convertiremos en devoradores de todo lo que se ponga por delante, material o inmaterial por el simple hecho de haber estado encerrados?:¿Honestamente?, ¡no lo sé!.

Vuelvo a meditar al respecto y a preguntarme de nuevo: ¿cómo esbozar una sonrisa a pesar de las malas noticias que nos invaden cada día?, ¿cómo animar a nuestros mayores que ven como su generación esta siendo vapuleada por esta pandemia?, ¿cómo apoyar a los amigos que están padeciendo la enfermedad o tienen familiares padeciéndola? y seguiría.....así pues, sinceramente con este panorama lo que menos me preocupa es cuando podré volver a entrenar de regularmente, o competir y en absoluto me planteo ningún reto deportivo en 2020 y ya veremos en 2021, sinceramente; en estos momentos todo ello pasa a un segundo, tercero o cuarto plano y no es ninguna prioridad, al menos para mí, ya que hay muchas cosas mas importantes como que es la vuelta a la normalidad.

Pero es obvio que la vida sigue adelante y la realidad nos obliga, querámoslo o no, a no tirar la toalla a pesar de todas las dificultades que nos encontremos en el camino. Por ello alimento el día a día con mis recuerdos y en mi mente retomo la memoria histórica de mi vida. Viajo a través del tiempo al pasado, al lejano y al más reciente, a mis competiciones, mis experiencias deportivas, mi vida personal y a los recuerdos de mi familia que, ahora más que nunca, la siento muy cercana a mí, aunque me separen de ellos más de mil kilómetros.

Imagen con mi EQUIPO en el Ultra Tri Spain 2019
Sin ir más lejos, busco en el baúl de los recuerdos deportivos más recientes una de las experiencias inolvidables que me han dejado una huella muy profunda, más allá de la propia prueba deportiva y de la dureza de la misma, sino por la experiencia humana que represento en todos los ámbitos: organizativo, logístico; de trabajo en equipo y humano. Este próximo mes de mayo, a finales, hará un año que estuve en Motril, una ciudad que me enamoro, y que acudí para disputar un ultraman; en concreto el Ultra Tri-Spain 2019. 

Recuerdo la gran cantidad de miedos y dudas que pase los dos meses previos a la competición. Sabía que no iba en mi mejor estado de forma debido a la lesión que tenía, aún a día de hoy sigo arrastrando, tenía miedo a la prueba por mi falta de experiencia en un triatlón de ultra-resistencia que se disputa en varios días y tenía pánico a no poder cruzar la linea de meta el último día y con ello defraudar a todas las personas que confiaban en mi. Pero tenía un equipo en el que confiaba ciegamente y fue esa confianza la que alimentaba cada día mi mente, me motivaba a seguir adelante y a mantener una actitud positiva que me permitiera finalizar la prueba.

Recordar los momentos vividos en Motril me motiva cada día,  me reafirma en mis convicciones de que la unión hace la fuerza y que una competición como el ultraman, sin mi equipo, no hubiera sido capaz de terminarla. Unidos éramos un conjunto más poderoso y el Ultra Tri-Spain me enseñó con ejemplos reales el significado de: trabajo en equipo, colaboración,  altruismo, dedicación a los demás, amor, cariño y paciencia. A pesar de los inconvenientes y el cansancio que cada día se iba acumulando, ellos estaban allí, mi equipo nunca desfalleció, siempre me animó a seguir adelante, nunca me quitó una sonrisa o un abrazo….ellos estaban allí por mí. <<¿Un lujo, verdad!>> <<¿un auténtico privilegio!>> y un  ¡absoluto honor!

Imagen del Ultra Tri Spain 2019
Así que ahora, en estos difíciles momentos, quiero deciros que no estamos solo. Tenemos auténticos ángeles que cuidan de nosotros cada día: médicos, enfermeras, personal sanitario, farmacéuticas/os, transportistas, personal de los supermercados, policías, militares, voluntarios y un largo etcétera. Todos ellos forman autentico equipo que luchan para que todos nosotros retomemos nuestras vidas. Ellas y ellos individualmente y en conjunto, como el mayor equipo de la historia,  lograran lo que otros son incapaces.

Por último, no pierdas la esperanza, nada es eterno. Aquí te dejo algunos  consejos para encarar esta recta final si no los has puesto antes en practica:

1. Créate una rutina con horarios. Hora de despertarse, hora de desayunar, hora de trabajar on line, o de leer, hora de comer, hora de divagar…..aunque no estemos en aislados como si de un centro penitenciario se tratara, tener una rutina y intentar atenerse a ella ayuda mucho

2. No pienses mucho más allá de superar día a día. No aconsejo planificar muchos días por delante….créate una rutina que encaje contigo y repítela cada día. Verás como los días pasarán y el momento de nuestra libertad se hará realidad.

3. Busca ayuda si necesitas hablar con alguien. Si necesitas hablar con una persona, si te sientes solo, o esta situación te supera, no tengas ningún tipo de reserva en pedir ayuda. Un familiar o un amigo siempre estarán dispuestos a ayudarte. Yo, con mi humilde experiencia y oratoria italiana me pongo a vuestro servicio si lo necesitaseis.  A veces, tan solo una sonrisa y unas risas, pueden aliviar el día.

Estoy convencida que juntos, haciendo piña y ayudándonos entre nosotros, aportando cada uno lo que  podamos, saldremos más fuertes que nunca.  El deporte enseña a no rendirse a la primera dificultad, a seguir luchando hasta el final. Ahora puedo pensar que el sueño de toda la humanidad es volver a ser libre y con tener salud. Así que, juntemos las energías, pensemos todo lo mismo, trabajemos todo para ganar a este virus y lo conseguiremos. 

Dream it, Believe it,  Achieve it!

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