LO QUE HAY QUE SABER SI QUIERES CORRER POR LA PLAYA


Si pasas las vacaciones en un destino de playa, correr por la arena es una excelente manera de mantenerse en forma durante estos días de descanso. Un ambiente distinto, el agua, la brisa marina, la arena y el sol son muy beneficiosos para nuestra salud, y si a todo ello le añades la actividad física, tus vacaciones serán, ademas de relajantes muy saludables.

Correr al lado del mar, percibiendo el ritmo de las olas y los suaves sonidos que producen estas al romper contra la arena y el atrayente magnetismo que produce el color azules es un auténtico disfrute para nuestros sentidos, sobre todo si venimos de la ciudad y de correr  sobre diversas superficies y espacios, parques, paseos, calles poco transitadas o en la cinta del gimnasio. Pero correr en la playa puede tener algunos inconvenientes dependiendo de como lo hagas, la duración y la distancia. 

Continuación te dejo algunos consejos útiles para correr de forma segura por una superficie a la que no estas habituada/o 

1. ¿Correr con calzado o sin calzado? 

Te preguntarás qué es mejor, correr descalzo o con calzado, y aunque hay diversidad de opiniones al respecto avalados por estudios tanto a favor como en contra, lo mejor es conocer lo positivo y negativo de hacerlo de una u otra manera para así valorar los pros y los contras.

Al correr descalzo los dedos de tus pies se clavan en la arena para darte mayor impulso, lo que implica un mayor e intenso trabajo de los cuádriceps y los gemelos. Sin embargo, la falta de amortiguación puede ocasionarte algún problema dependiendo de la distancia y la duración. Piensa que tus pies están acostumbrados a correr con calzado amortiguado por lo que los músculos de tu pie no están lo bastante fortalecidos y por mucho que la arena sea una superficie blanda, correr descalzo requiere un mínimo periodo de adaptación al medio. Además, la arena es un terreno irregular y una mala pisada sin zapatillas podría suponer una mala torcedura. 

Mis recomendación es empezar los primeros días con unos pocos minutos concentrándote en aterrizar con el antepié y aumentando la duración de la carrera progresivamente según pasen los días. Si sufres de alguna patología articular (cadera, rodillas, tobillos) o recientemente te has recuperado de una fascitis plantar, periostitis,  esguince o lesión en el tobillo o el tendón de Aquiles, ni siquiera deberías planteártelo ni intentarlo. ¡Es contraproducente!

2. ¿Por la arena mojada o seca?

Si eres principiante en esto de correr por la playa, lo mejor es comenzar por la orilla del mar donde la arena está mojada y es más firme. Si ya estas acostumbrado a esta superficie puedes pasar a la arena seca, donde correr es mucho más exigente ya que el pie se hunde y requiere de más esfuerzo moverse. Una opción puede ser la de intercalar los dos tipos de arena realizando un símil  a un entrenamiento de intervalos; arena blanda correr despacio, arena húmeda correr rápido .


3. Trabajar la propiocepción

Si vienes del asfalto, correr por la arena puede ser todo un desafío. El trabajo de propiocepción se multiplica al ser la arena una superficie inestable. Cuidado sobre todo con los tobillos y las rodillas: puedes entrenarlos desde ahora mismo con ejercicios en seco para llegar en perfecto estado a la playa.

4. Cuidado con el aumento de la humedad

La humedad alta afecta a nuestro rendimiento, que se ve reducido en un alto porcentaje. Al haber una mayor humedad, por estar a escasos metros de la costa, el cuerpo es menos eficiente a la hora de transpirar y por lo tanto de refrigerarse. Controlar los ritmos y nuestras pulsaciones es básico para correr de forma segura en estas condiciones. 

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