¡Entrenar la mente! Actitud frente a la adversidad


Ejercitar el cerebro es tan importante como mantener activo el resto del cuerpo. El entrenamiento mental es fundamental para hacer frente a las adversidades que pueden surgir no solo en el transcurso de una practica deportiva, sino en cualquier otro ámbito de la vida. 

En los deportes de resistencia como  el triatlón, las adversidades y el sufrimiento vienen de serie, sea cual sea la distancia en la que se compite y la experiencia que se tenga siempre en algún que otro momento nuestro dialogo interno negativo hará acto de presencia y sólo podremos luchar contra el con una actitud mental fuerte, y por ello no podemos pasar por alto entrenarla ya que si no lo hacemos aparecerá en la línea de salida y dejará al azar nuestro rendimiento.  

El sufrimiento es algo común y normal en la vida, solamente nuestra actitud frente al mismo conseguirá que no nos venza. ¿Cómo lograrlo? Sabiéndolo  gestionar, empezando por cambiar nuestra manera de pensar, eliminando los pensamientos negativos y sustituyéndolas sólo por afirmaciones positivas como: soy capaz...  lo voy a lograrlo... doy gracias a la vida por tener salud y estar hoy aquí... cruzaré la meta y estarán orgullosos de mí... 

Aquí os dejo cinco pautas con las que hacer frente  a esos pensamientos negativos que aparecen el día de la competición y pueden suponer un obstáculo no tanto solo para cruzar la línea de meta, sino para disfrutar de la competición.  


Ansiedad precompetición

El exceso de tensión puede generar dudas y preocupación cuando nos encontramos en la línea de salida de cualquier competición y muy especialmente en la de un triatlón.  En los deportes de resistencia, debido a su dureza, el aspecto psicológico juega un papel muy importante siendo muy común que previamente a la competición aparezcan emociones negativas como la ansiedad, el desánimo y el miedo. 

En el triatlón, antes de iniciar la competición con el primer segmento, la natación, es normal sentir un nudo en la garganta  o las pulsaciones aceleradas, además, para muchos, la natación no es la disciplina preferida y supone de los tres segmentos a realizar, el más demoledor psicológicamente, y como consecuencia generando un elevado consumo de energía innecesaria. Para evitarlo, recomiendo la meditación, por ejemplo: de pie con una mano en el vientre, realizar respiraciones profundas, inhalaciones de entre 4-5 segundos seguidas de exhalaciones de entre 6-7 segundos permiten que ingrese más oxígeno al cuerpo.  Centrarse en contar las respiraciones ayuda a despejar la mente antes de la señal de salida.  

También es de gran ayuda, observar nuestro alrededor,  conectar con nuestro entorno, impregnarnos del ambiente y de la energía del resto de participantes, buscar a nuestro entrenador/a, a la familia, a los amigos y aprovechar dar un último repaso a la estrategia de la carrera que teníamos prevista. Por último, recomiendo repetir como si de un mantra se tratase, afirmaciones contundentes y positivas tales como... "voy a por todas"... o "no me voy a agobiar, nada me impedirá salir del agua", etc... 

Situación inesperada 

Ante una contrariedad, como por ejemplo que las gafas nos fueron arrancadas o un problema mecánico en la bicicleta, no debéis sabotearos mentalmente y venirse abajo, tu confianza se alimenta de lo que te dices a ti mismo, si creas afirmaciones positivas tus pensamientos negativos se irán desvaneciéndo.   

Ser conscientes que hemos tomado precauciones también nos dará tranquilidad, atender las indicaciones de nuestro entrenador/a hará que nuestra confianza aumente en la misma linea de salida, por ejemplo: que la goma no sobresalga por fuera del gorro, llevar las gafas de natación con doble gorro o por dentro del mismo para así evitar  perderlas, llevar el material adecuado para una reparación de urgencia, rotura de la cadena, pinchazo, etc... Visualicemos esa contrariedad antes de tomar la salida e  imaginemos como manejaríamos la situación y que haríamos para solucionar el problema si se diera el caso, así lograremos reducir la ansiedad ante este temor. 

Inicio irregular 

En ocasiones, a pesar de tenerlo todo controlado las cosas no salen como pensábamos y como consecuencia  el inicio tampoco es el que habíamos visualizado previamente . ¡Calma!, no está todo perdido, estamos a tiempo de reconducir la carrera, y para ello hemos de aceptar la situación, "controla lo que puedes controlar" y sigue con el plan que tenías establecido. Las transiciones son un buen momento para reenfocarnos y meternos de lleno en la competición. Cambia el estado emocional, por ejemplo: sí salimos del agua más atrás de lo esperado, pensemos que nos quedan dos piernas para mover los pedales y recuperar posiciones y también para darlo todo en la carrera a pie. Ni mucho menos esta todo perdido, quizás no nos salga la carrera de nuestra vida, pero podemos cruzar la meta mejor de lo que esperábamos. 

Es importante que tengamos muy asumido que hay situaciones que nos las podemos cambiar, si el agua está fría o el mar picado, llueve o hace más calor del previsto, no podremos cambiar mágicamente estas situaciones. Están fuera de nuestro control, así que cambiemos lo que podemos: nuestra mentalidad. 


Sufrimiento físico y psicológico

Pretender hacer un triatlón sin padecer dolores musculares, sensaciones de ahogo o impotencia mental es de ingenuo. Cuando el dolor empieza a hacer mella en nuestro cuerpo, hemos de cambiar de inmediato la percepción del mismo para evitar que nos afecte de tal manera que a cada metro recorrido nuestros pensamientos sean cada vez más negativos, es como si poco a poco nuestra mente quisiera entrar en pánico, hemos de cambiar nuestra percepción de la incomodidad que nos esta provocando el dolor y solo pensar que estamos dispuestos a asumirlo hasta el final, hasta cruzar la línea de meta. 

La clave esta en aplicar técnicas de distracción  mental, dicho de otra manera, nuestro cerebro solo puede procesar la información que le enviamos de una en una, pero si lo bombardeamos con mensajes constantes positivos, no daremos pie a que los pensamientos negativos y el desánimo nos invadan. 

Existen técnicas que pueden ayudarnos a afrontar la prueba a pesar del sufrimiento, aumentando la tolerancia al malestar producido por la dureza de esta. Recomiendo estas dos

1. Centrar la atención en la actividad en la carrera, no en el padecimiento.  

2. Centrar la atención en estímulos ajenos a la actividad, público, otros participantes, voluntarios, etc.. es muy efectivo en momentos críticos.

Último empujón 

Con la línea de meta a la vista, es muy importante que mantengamos el ritmo y no nos dejemos vencer por el dolor, muy probablemente llegaremos a forzar al máximo nuestra capacidad física, y aunque nuestro cerebro siga queriendonos recordar cuanto hemos padecido durante la prueba y cuanto nos queda aún por padecer, nuestra actitud y mantra personal positivo nos hará avanzar con seguridad y llevará hasta la línea de meta. 

¡Recuerda... entrena tu mente!

"el sufrimiento es el origen de la conciencia" (Dostoyevski)















Comentarios