LAS ÚLTIMAS 48 HORAS ANTES DEL MARATÓN


Esas últimas 48 horas antes de un maratón no nos aportan nada, y si nos lo pueden quitar todo dando al traste con meses de preparación. Están llenas de trampas en forma de dudas y temores que empiezan a invadirnos cuando apreciamos una molestia o sentimos una extraña sensación en nuestro cuerpo. 

Décimas de fiebre ¿Estaré resfriado? Molestias musculares o articulares ¿Me habré lesionado? Molestias gastrointestinales ¿Tengo una indigestión? Me noto cansado ¿Estaré suficientemente entrenado? Son algunos de esos interrogantes que afloran, hasta el punto de somatizarlos, antes de una maratón y que son fruto del estado anímico tenso y la adrenalina que se genera frente al reto de recorrer 42 km y 195 metros.

Con frecuencia, como entrenadora de atletas de resistencia, debo trabajar con ellos la parte psicológica para que sus dudas, miedos y primeras experiencias ante un reto deportivo concreto, no terminen en experiencias negativas y abandonos.  Cuando se trata de afrontar el reto de hacer y terminar un maratón uno de mis enfoques es que antes de un maratón, y especialmente cuando se trata del  primero, no se pongan como objetivo hacer una marca porque ello conlleva retar nada menos que al destino. No hay que olvidar que, en los deportes de resistencia, el factor psicológico es tan o más importante como el factor físico. Hay que estar físicamente preparado pero psicológicamente también. Hasta que un corredor no se conozca a fondo siempre el factor sorpresa planeará sobre él al enfrentarse a un prueba de mas de 3 horas.

Aquí os dejo mis recomendaciones:


Acumular experiencia

Así pues, mi primera  recomendación es acumular experiencia y escuchar a su propio cuerpo durante la prueba para detectar síntomas y saber como responde el cuerpo a medida que se van sumando los kilómetros. Acumular experiencia es la mejor fuente de conocimiento.

Objetivos realistas

Fijarnos objetivos realistas. No pensar solo en la marca y si en cruzar la meta que es en realidad para la gran mayoría (populares) la principal razón por la que se compite. Es vital aprender y entrenar a establecer límites para que el rendimiento no se vea mermado en caso de no alcanzar o superar el objetivo o en caso contrario, que el sentimiento de satisfacción se multiplique al conseguirlo.

Factor mental y actitud positiva

La mente es un factor totalmente subjetivo, sometido a la personalidad de cada uno.  En función de ese objetivo nuestra mente crea una expectativas en un plazo determinado. en los deportes de resistencia, el factor psicológico es tan o más importante como el factor físico y una actitud positiva nos hará a superar cualquier adversidad.  Pensar en los contratiempos que pueden surgir es pensar en negativo. En un maratón pueden ocurrir muchas cosas incluidas aquellas que no dependen de nosotros como por ejemplo la climatología. Mi propia experiencia me dice que a la hora de competir nunca hay dos días iguales. Los factores que influyen en el rendimiento deportivo son tantos que pensar en todo lo malo puede dar al traste con nuestro reto. Hay que pensar positivo siempre y en cualquier aspecto de la vida. 

No inventar

Durante esas últimas 48 horasno hay que hacer, probar o tomar nada que no lo hayamos experimentado con anterioridad. Nada de comidas fuertes o exóticas, máxime si nos encontramos en otro país. Se deben mantener las rutinas y repetir los hábitos ya adquiridos.

Dormir y descansar

La palabra clave es descansar. Procurar dormir lo máximo posible especialmente la noche del viernes, (si el maratón se celebra en domingo) ya que la del sábado no será nada fácil conciliar el sueño, y además habrá que madrugar. Evitar realizar un excesivo turismo deportivo especialmente 24 horas antes ya que es fácil sin darse cuenta terminar acumulando muchos kilómetros

Visualiza

La imagen cruzando la meta en una maratón debe estar siempre presente en tu cabeza  y no admitir otra idea que no sea la de lograrlo. Mantener una imagen significativa en la mente que represente el lugar a donde quieres llegar y el momento, implica automotivación y actitud positiva y como consecuencia actúa sobre el rendimiento del atleta.

La fuerza de voluntad: dar un poco más

A mis atletas les pido que en los entrenamientos den un poco más, que no se limiten hacer exactamente lo que está puesto en el plan del día.  Dar un poco más es sinónimo de entrenar la mente para superar cualquier contratiempo, especialmente cuando los depósitos energéticos están bajo mínimos y de lo que más hay que tirar es de la mente. Así que cuando la mente dice no, la fuerza de voluntad aflora para dar un poco más en los últimos kilómetros. Es la única respuesta al no puedo más y arma vital para derribar el temido muro y acceder al último tramo de la prueba.



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